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El Espacio de Rinaldi

jueves, 25 de noviembre de 2010

La Ilógica Existencia de Dios



Leyeron bien, la ilógica existencia de Dios. Ese ser supremo abstracto que ni siquiera podemos definir, fuente de adoración en cada rincón mínimo del globo bajo diferentes concepciones que no dejan de ser lo mismo con distintos matices e interpretaciones que le dan a las culturas su morfología irrepetible; ese al que tanto maldecimos cuando nuestros planes se salen de su cauce, cuando ocurren contingencias y cuando nuestras expectativas se destrozan, ya sea por causas universales derivadas de leyes de la físicas o por decisiones humanas que recaen directa o indirectamente sobre el resto de la especie.
Ahora bien, ¿existe? O, mejor expresado, ¿es posible que exista? En este primer post de los que espero sean muchos me dedicaré simplemente, para iniciar el fuego mediante ignición, a traer a la memoria un razonamiento de lo más excelso: el de Bertrand Russell. Estoy seguro de que muchos de ustedes conocen algo mínimo de él, pero para los iniciáticos le dedicaremos dos renglones: fue un matemático de la rama lógica y además filósofo inglés nacido en el siglo XIX pero que desarrolló su actividad en el XX que, entre otras cosas, ganó el Nobel en literatura.
Vayamos al grano ahora. ¿Qué dijo de interesante respecto de lo que tratamos ahora? Es bien conocido que Dios es OMNIPOTENTE (porque de otra manera no podría haber creado las cosas a partir de la nada). Esa palabrita que tanto se hartan de repetir los católico apostólico romanos en sus edificios de piedra y que genera ecos multidireccionados que aturden con aura mística significa, nada más y nada menos, que el señor Dios tiene la colección de TODOS LOS PODERES. Corríjanme si me equivoco: OMNI (el todo, todos, colección de todo lo conocido), POTENTE (poderoso, capaz, virtuoso); ahora bien, el todopoderoso, el todovirtuoso, debería contar entre la colección de todos sus poderes que, REPITO, son TODOS los imaginables sin exceptuar NINGUNO, con el poder de crear una piedra. ¿Sí o no? Claro que sí, pero una piedra especial. Una TAN PESADA que Él mismo no pueda levantar. ¿Suena lógico? Hasta ahora sí, veamos: ¿es un poder? Sí. ¿Dios es todopoderoso u OMNIPOTENTE? Sí. ¿Debería tener ese poder? Sí, si es Dios, sí. ¿Entonces qué pasa? Deja de tener el poder de levantar esa piedra que él mismo creó, por lo cual automáticamente se transforma en NO OMNIPOTENTE y destruimos el supuesto de que lo es, por lo cual nuestra lógica nos indica a secas que no es todopoderoso.
¿Y con esto qué? ¿Cómo? ¿No se dieron cuenta? Dios, que había pasado siglos siendo todopoderoso dejó repentinamente de serlo por imperio de la razón humana. Una criatura abstracta acaba de ser vencida por la fuerza del pensamiento, es decir, por la misma fuerza que en un principio lo creó.
Saludos, les veo en la próxima entrega de la crítica a la lógica de la existencia de Dios.

La Insuficiencia del Pensamiento



Hace poco tiempo una persona muy allegada insistió vehementemente durante una charla nocturna acompañada por un vaso de cerveza en que argumentara las razones por las cuales me autoconsideraba un agnóstico. Mentalmente, repasé escenas de mi educación católica, de mi infancia, de mi adolescencia, tomé fragmentos de información que habían quedado impregnados en algún recóndito lugar de mi preconsciente y nada de ello podía esbozar una justificación clara de mi condición, tal como se me pedía. Hasta recordé diálogos con mis padres, con mis abuelos, con mis amigos, en los cuales argumentaba perfectamente mi elección religiosa a través de elementos tan sencillos y burdos como la paradoja de Bertrand Russell sobre la omnipotencia (ver panaforum, uno de mis tantos posts). Aún así, nada me satisfacía esta vez puesto que quien preguntaba tenía dotes intelectuales superiores a los que me solían preguntar.
Fue en ese momento en el que me percaté de que la poderosa tarea de acumulación de información que estaba llevando a cabo para luego desaguar en una sistemática deducción no alcanzaban, no era suficiente como para expresar lo que yo pensaba acerca del concepto de Dios. Sin embargo, este pensamiento no fue en vano puesto que encendió en mí una nueva idea: la posibilidad de que nuestro mecanismo de razonamiento mediante deducción e inducción, sístole y diástole de la razón (como ya lo dijo un ilustre jurista), esté quedando directamente obsoleto. Así es, obsoleto cual un antiguo software que no puede manejar los desafíos que la realidad plantea.
Estoy trabajando sobre esta idea que me parece en extremo interesante, aunque hay que reconocer que se trataría de un apéndice de la ya famosa idea de Wittgenstein de insuficiencia del lenguaje (ya que si seguimos a Lacan nuestro propio inconciente se encuentra asentado en una base lingüística, por lo que una exigüidad de la misma nos conduciría, ergo, a la incapacidad del pensamiento de procesar determinadas ideas).
El raciocinio humano, entonces, reconoce límites. No se trata de un problema fisiológico, sino de modelización, de la forma en que interpretamos un problema abstracto o la realidad, en fin, un problema de software y no de hardware. Necesitaríamos, entonces, de un algoritmo de pensamiento que se aleje de la tradicional deducción y de la caída en desuso inducción; un modelo que nos lleve al siguiente escalón evolutivo, un sistema abstracto que admita a la intuición como componente fiable para evitar pérdidas de tiempo.
Luego de imaginarme todo lo anterior, a mi interlocutor le respondí con un ejemplo poco original. Le pregunté si los pingüinos acaso osaban preguntarse cómo los humanos llegaron a manipular la energía que libera un átomo, a lo que por supuesto respondió con una carcajada. Lo interrumpí diciéndole que, por ahora, que esta generación de humanos intente imaginarse el concepto de Dios es el equivalente a que un pingüino intente descifrar el mecanismo detrás del aprovechamiento de la energía nuclear.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Hermanos uruguayos


Según las estadísticas provistas por mi contador de visitas, una cantidad relevante de habitantes de la República Oriental del Uruguay visitan con frecuencia este blog. Cabe mencionar que según las, tal vez, imprecisas mediciones casi todos son oriundos de Montevideo. Quisiera saber si pertenecen a alguna universidad o son lectores ávidos o curiosos, sin mencionar que me gustaría que dejen alguna participación así nos enriquecen con sus aportes.
También quisiera destacar a las visitas de amigos españoles, colombianos, mexicanos, norteamericanos (para los cuales estoy gestando la English version), venezolanos, peruanos, ecuatorianos. Produndamente agradecido con todos ustedes.
Desde luego, muchas gracias por sus visitas y espero que les sea de alguna utilidad los temas tratados aquí.
Saludos desde su país hermano, la República Argentina.
JMR